Como si volviésemos a los amados ochenta el pelo de inspiración "mi pequeño pony" se impone entre las cabezas más atrevidas tras algún tiempo intentando hacerse hueco. Colores pastel, en tonos apagados y muuuy difuminados para todos porque ya no es ritual exclusivo de miembro de tribu urbana. Personalmente me gusta más el efecto en los cabellos largos, cuanto más largos mejor y a ser posible en puntas y mechones alternos del mismo color, recreando ese efecto tie-dye.

¿Mis favoritos? ¡El verde y el azul turquesa! Pero gana el segundo, la verdad. Y si ya se lleva recogido en una trenza...¡me enamoro!

Por supuesto, me he visto obligada a incluir fotos de la super fabulosa Gwen Stefani quien hace ya muchos años cambió, por algún tiempo, su cabello oxigenado tan característico por el turquesa y el rosa en su época más noventera (color, plástico y plataformas a todas horas ¡qué perullo*, bien!).  

Abogo por el individualismo en el look, dotándolo de personalidad...y el pelo de colores creo que es una seña inequívoca de eso que tanto me encanta.

*Perullo: hortera, chabacano, macarra...

♥♥♥